Escribir escribiendo, sin saber qué escribir; solo por el simple hecho de empezar a mover esa masa amorfa que está dentro de mi casco cerebral. Al que diga que no, no lo podré silenciar porque estamos lejos, alejados. La distancia los coge confesados. Sin más remedio sigo moviendo los dedos, tecleo y tecleo y no dejo de teclear, una y otra vez, una y otra vez, sin cesar. Pronto vendrán las ideas, me engaña la caja gris .
En nuestra vida solo existe un color, como en la paleta de un artista, que ofrece el significado de la vida y el arte. Es el color del amor. Marc Chagall.